El filósofo español, que recibió entre España y Alemania su formación en Filosofía y Filología Clásica, ha recibido uno de los premios más importantes de las letras españolas debido «a su dilatada obra, que armoniza la filosofía del Logos, la hermenéutica, el valor estético y ético de la palabra, la defensa de la libertad y reivindica la vocación docente», en palabras del jurado.
Emilio Lledó, además de ocupar uno de los sillones de la RAE, ha sobresalido durante toda su carrera en el amplio campo de las humanidades. Destacan especialmente dos de sus primeras obras, Filosofía y lenguaje y Lenguaje e historia, así como sus ensayos posteriores acerca de la escritura: El surco del tiempo, que reflexiona sobre este tema a partir del Fedro de Platón, y El silencio de la escritura, una importante y necesaria reflexión acerca de la escritura y la memoria.